Murmullo del agua es una colección de recuerdos de infancia, descritos entre la bruma de lo que fue o pudo haber sido, de lo que con certeza se vivió, amalgamado con lo que bien pudo haber sido la expectativa de que sucediera, narrados cuando recordar y jugar a engañar, la memoria se confunde en el proceso de su escritura.
Es narrativa que surge ante la necesidad imperiosa de contar, de decir, de escribir, imaginando que a alguien podría interesarle saber de una ciudad que como todo lo pasado, ya no existe.
Cierto es que aún están las calles, las casas, los templos –aunque ahora como ruinas y despojos–, pero aquella ciudad, aquella casa, así como los personajes que vivieron, caminaron, rieron, corrieron y lloraron, apenas si existen en la memoria de quien escribe, revistos con los ojos de ahora, con las experiencias posteriores, lo que las hace posibles, verosímiles; sin embargo, ahora ni el mismo autor podría decir si son total o parcialmente ciertas.