Publicada el año en el que el presidente Jacobo Arbenz fue derrocado por un golpe de Estado dirigido por el gobierno de Estados Unidos –con el patrocinio de la United Fruit Company–, El Papa Verde (1954) es la segunda novela de la llamada “Trilogía bananera”, integrada también por Viento fuerte (1950) y Los ojos de los enterrados (1960).
Fundador del realismo mágico, con Leyendas de Guatemala (1930), El Señor Presidente (1943) y Hombres de maíz (1949), Asturias ya había hecho entrega de una personal lectura de la realidad guatemalteca, sostenida en una inusitada exploración de los límites del lenguaje poético, unida a una particular exploración de la historia, las tradiciones y la realidad histórica de su país. A partir de obras como estas no cabe ninguna duda de que los registros de la narrativa hispanoamericana cambiaron para siempre.
El Papa Verde, sin embargo, va más allá aún. Originada en la lectura de un informe periodístico sobre las plantaciones bananeras en América Central, comisionado por el Departamento de Estado, y publicado con el título de El imperio del banano, Asturias enfoca su “Trilogía bananera” en la explotación de los trabajadores en las fincas de la costa atlántica del país. Si ya antes en obras anteriores se había referido a realidades sociales y políticas injustas, derivadas de gobiernos autoritarios y de dinámicas económicas y sociales de exclusión y aprovechamiento de la población guatemalteca, en novelas como El Papa Verde la denuncia es clara y definitiva.
Anabella Acevedo.