Basada en una amplia documentación de archivos guatemaltecos, alemanes y de Estados Unidos, esta obra trata sobre la inmigración alemana en Guatemala, cuya existencia se inició con la Colonización Belga a Santo Tomás en la década de 1840. Después de trasladarse a la capital y al interior de la República, esta inmigración continuó creciendo, sobre todo después de la fundación del Imperio Alemán de 1871, cuya política de expansión comercial e industrial coincidió con el deseo d progreso y modernización de los regímenes liberales de Guatemala a fines del siglo XIX.
Al dedicarse los Alemanes mayormente al comercio de importaciones, exportaciones y cultivo de café, llegaron a controlar dentro del marco del Tratado de Comercio entre Guatemala y el Imperio Alemán de 1887, una tercera parte de la producción cafetalera de Guatemala y dos terceras partes de su exportación a Alemania.
Hacía 1900 habían unos mil nacionales alemanes residentes en Guatemala y unos tres mil después de la Primera Guerra Mundial. Mediante la fundación de asociaciones, clubes, colegios, una iglesia protestante y un periódico alemán, la comunidad alemana logró conservar plenamente las características de su nacionalidad, lengua y cultura en Guatemala.
Por presión de Washington, durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno del General Jorge Ubico intervino las fincas de esta minoría económicamente exitosa, deportó a sus miembros adultos económicamente activos y, finalmente, expropió sus bienes y propiedades.