Víctor Muñoz, nos encamina de forma sutil a una época oscura, sin dar tanto rastros, solo pequeños detalles históricos para encontrar sentido contextual, no se centra en las masacres ni en las persecuciones, más bien logra sumergirnos en el tormento de Bernardo Santos, concentra la atención en su salud mental, que va de la congoja a situaciones de deterioro físico, salud y mental, que conlleva al personaje a estados de ansiedad y depresión, en donde la tortura, la tristeza, la frustración, la melancolía, fueron parte de su estado anímico, ante ello su mundo se derrumbó, eso significó dejarse en el olvido y dejar por un lado su presente, a su familia y a los que estaban en su alrededor, por lo que no se permitió vivir su día a día. Carmen Tocay Gómez