"Llena de presencias familiares, amistades entrañables, ceremonias y multiplicaciones, Estación Florida es el legado de un poeta para el que, como Goethe, nada hay dentro, nada hay fuera, porque lo que está dentro está fuera. Se trata no de una búsqueda si no, tal vez, de un reencuentro con los votos que han hecho nuestros sentidos con las cosas: una nueva amistad con la realidad, invisible a las tecnologías del lenguaje, pero no para la poesía que, como las ciencias, necesita preguntarse, indagar, aceptarse instrumento de sí para ser. Estación Florida revela a un poeta que se enfrenta a lo sagrado, a la inútil redención de lo perdido (como quien se enfrenta a un torrente) y desvía su cauce hacia los campos, ciudades y presencias de lo vivo y efímero. De lo que solo cabe más allá de nosotros". Wingston González.