¿Quién es una si no su historia? ¿Qué la historia, si no su cuerpo? ¿Qué el cuerpo, si no el amor? Marcela Dubón busca y encuentra las palabras para dibujarse de memoria, en cada pedacito de lo que va dejando las huellas de la vida, desde el abrazo de la madre, el cariño de la hermana, la empatía hacia las que sufren, hasta llegar al legado y enseñanza del amigo querido. Construye así un magnífico laberinto en cuyo centro no está el minotauro, sino el amor con toda su magnificencia y peligrosidad, un laberinto en cuyas paredes el o la lectora se verán fácilmente reflejados. Un trayecto del autoconocimientos la liberación, que transforma la emoción personal en palabras tangibles, hermosas de leer y abrazar.
Tania Hernández
Marcela nos adentra en la intimidad de sus revelaciones. El lector de Trayecto es un vecino que espía a la autora con los ojos alargados por encima del muro. Este poemario es “La mujer que se construye”
Rómulo Mar