Encontramos en María Cruz (Guatemala 1876 – París 1915) una voz de enorme valor y solidez dentro de la poesía de influencia modernista en Centroamérica. Gracias al uso de una imaginería precisa de ritmo extraordinario, y del manejo creativo del metro y la rima, sus trabajos causaron gran admiración desde que se dieron a conocer en la revista La Quincena de El Salvador, a principios del siglo XX.
Su quehacer poético se vincula de manera estrecha a los constantes viajes que María realizara en compañía de su padre, el diplomático Fernando Cruz, a su refinada educación orientada al arte y a la intensa relación que tuvo con las más importantes figuras literarias de su época. Su obra, asimismo, está surcada por el dolor y la pérdida, por el sentimiento de soledad que provoca el destierro (voluntario) y por el constante asombro ante el hecho estético.
En este volumen se reúnen los poemas escritos por la autora, así como sus traducciones de importantes poetas franceses y norteamericanos, como Baudelaire, Mallarmé y Poe. Sirvan estas páginas para reivindicar el nombre de una poeta imprescindible de este país, que con la sonoridad de sus versos ha dejado un testimonio de indiscutible riqueza dentro de la estética de nuestra modernidad.
