Durante las elecciones municipales de una ciudad sin nombre, la mayoría de sus habitantes decide individualmente ejercer su derecho al voto de una manera inesperada. El gobierno teme que ese gesto revolucionario, capaz de socavar los cimientos de una democracia degenerada, sea producto de una conjura anarquista internacional o de grupos extremistas desconocidos. Las cloacas del poder se ponen en marcha: los culpables tienen que ser eliminados. Y si no se hallan, se inventan.
Los protagonistas de esta novela, un inspector de policía y la mujer que conservó la vista en la epidemia de luz blanca, dan muestras de la altura moral que los ciudadanos anónimos pueden alcanzar cuando deciden ejercer la libertad.