"En los cuentos de Javier Mosquera —aprovechando la idea de Ricardo Piglia en su libro Formas breves— hay dos historias en tensión. El golpe efectista en el ánimo del lector se consigue cuando una de estas historias se resigna a que la más secreta y trascendente emerja a la superficie. Esta dualidad no sólo se observa en los relatos, sino que además cobra vida y alienta a las figuras protagónicas, como la de los ángeles que, per se, son simultáneamente hombres y pájaros, o bien, como Luzbel, bellos y malos. En fin, el Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Además de la ambivalencia ya anotada, se trata de historias de difícil elucidación: el uso de la elipsis, que produce vacíos interpretativos; la intratextualidad, entendida como la inserción o enclave de un texto en otro; el monólogo interior, sobre todo a nivel lógico; la omnisciencia, a modo de una narrador (o conciencia) que cuenta al mismo personaje su historia; la actualización y fusión de mitos pertenecientes a diferentes culturas; el laberinto, de propiedades multiplicadoras y reductivas; el empleo de símbolos, como el de los "corazones cercenados", todo ello, eso sí, expresado por medio de una prosa fluida y transparentado por el predominio de la oración breve. Javier Mosquera no hace concesiones al lector; más bien lo desafía para que vaya al rescate argumental y temático, y ofrezca su propia interpretación. Ésa es la piedra filosofal, el elixir de sus cuentos." (Gustavo Adolfo Wyld, Director del Departamento de Letras, Universidad del Valle de Guatemala).