Cuaderno de Ruth presenta a una mujer telúrica, una estatua tan real como esquiva. Son dos mujeres en una sola, y esta contradicción proviene del hecho de crear a la amada y, además, en creer en esta creación.
Estos poemas se reúnen en un oratorio, en que Ruth es la estatua victoriosa que asoma en su estado natural y cordial. Son textos en que lo real imita a lo natural, en la búsqueda persistente de la mujer irrepetible y apacible.
Cuaderno de Ruth es un viaje y una regeneración. Después de la purificación en todas las avenidas del miedo y la esperanza, surge la armadía de palabras para sumergirse en la profundidad del amor vespertino.
El amor vislumbra su propia convicción de mar. Es rumor hondo que protege a quien ama, arrullándolo con la tonada de la nube. La sed y la ilusión no cesan, aunque Ruth sea como una ola eternamente en fuga.
Cuaderno de Ruth es reunión afanada en eternizar la gratitud hacia la vida, por conceder unm amor que redime en una etapa vespertina.
Quien lea estas páginas no encontrará máscaras, ya que adentro asoma el rostro sin maquillaje de quién construyó un oratorio.
