En esta obra clásica, George Lovell analiza el impacto de la conquista española y el régimen colonial en la Sierra de los Cuchumatanes, región fronteriza de Guatemala que linda al norte y al oeste con territorio mexicano. Si bien es cierto que la invasión de los españoles dejó una marca indeleble, también lo es que la vibrante cultura maya que encontraron no fue borrada y aunque alterada irrevocablemente, pervive hasta el día de hoy.