Con gran libertad formal, Tavares nos lleva a un viaje en el que primero seguimos a la joven Martha en sus andanzas por Berlín, luego presenciamosel transporte de una monumental estatua de Lenin desde Bucarest a Budapest, mientras un violinista repatria el cuerpo putrefacto de su madre en sentido inverso?Bucarest-Budapest nos expone sin tregua a la tensión de la elección y a la dificultad de traspasar las fronteras, sean cuales sean sus formas.«Ganará el Premio Nobel en menos de treinta años. Estoy convencido. No tiene derecho a escribir tan bien con solo treinta y cinco años. Dan ganas de pegarle».José Saramago