1821 no fue el año de la independencia de los países que hoy conocemos como centroamericanos, ni la de México. En 1821 se vivió un capítulo del proceso de la descomposición de la Monarquía Hispánica, un imperio cuyo final dio paso a la creación de veinte nuevos países.
¿Por qué hablamos entonces de la independencia de Guatemala en 1821, cuando no fue tal? posiblemente por el empeño de construir una historia de Estado-nación, donde la singularidad de la Monarquía Hispánica no tiene cabida. La singularidad de esa Monarquía Hispánica es lo que explica en forma breve y brillante el autor en este libro.
