PEDRO PABLO PALMA LAU (COMANDANTE PANCHO)
Ambrose Bierce dijo “No”. Brendan Behan dijo “No”. Pedro Pablo Palma Lau dijo “No”.
Sierra Madre de Palma Lau suena a Bierce traducido por el magisterio noble de Jorge Ruffinelli. Suena a Behan plenamente ebrio cantando una balada de Dublín, acompañado por Shane MacGowan y The Pogues subiéndole todo el volumen a otra madrugada en otro exilio... Mientras Romain Rolland/Jean Cristophe –citados por el guerrillero urbano brasileño Fernando Gabeira en su obra maestra O que é isso companheiro– están a punto de manifestar: “...Utilizamos el tiempo para alcanzar un poco más de verdad. Cuando lleguemos al fin, se podrá juzgar si valió la pena.”
En lo que se averigua, el “No” de Bierce se agrega al “No” de Behan y ambos “No(es)” se vuelven lisas piedras azules deslizándose sobre aguas de ríos hasta llegar a la otra orilla del Quinto Infierno para confluir en el también “No” del comandante Palma Lau, su único heredero directo, su compañero de batallas y de palabras, su único alero en 108 mil kilómetros cuadrados de orfandad nacional donde acaso alguna vez hubo una patria, aunque lo más seguro es que nunca la hubo.
Qué pisados: a estas alturas de la chapinísima diaria farsa y del descoyuntamiento planetario ya ni los niños de pecho precisan de pachas, ni de pechos. JL Perdomo Orellana