Esta colección de ensayos o «constelación de ideas», como le llama John Holloway,
representa la determinación del autor de entretejer la teoría crítica –encarnada en el
pensamiento de Walter Benjamin, Mijaíl Bajtín, Theodor Adorno, entre otros– y la
propuesta revolucionaria del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, gestada en
Chiapas. La voz de Tischler se complementa con la experiencia zapatista en un afán por
liberar estas ideas de la cárcel academicista que las fetichiza, para así llevarlas a una
práctica de resistencia anticapitalista que persigue transformaciones políticas, económicas
y sociales.
Se trata de una lucha emancipatoria (cuya geografía abarca también el territorio
guatemalteco) que apunta hacia un impulso utópico, inscrito fuera de la lógica
hegemónica del liberalismo, de la gramática del poder y de las formas tradicionales de
hacer política. En este marco, Tischler reflexiona sobre nociones como autonomía,
autodeterminación, horizontalidad y ese «nosotros rebelde» que lucha, transforma y
resiste.