El libro de Fuentes Knight tiene un objeto preciso, describir, desde su interior, cómo funciona el Estado, o una parte de él. Por ello tiene un doble valor: la descripción empírica, con datos y anécdotas suficientes; y la atención al detalle sobre el cumplimiento de sus funciones, con calificaciones sustantivas.
El Estado que pormenoriza Fuentes Knight está lleno de imposibilidades. Es decir, de dificultades que parecen insalvables. En su crónica, nada se asemeja tanto al Estado como un barco a la deriva. De los diversos rasgos que definen el Estado, hay algunos que apuntan a una cualidad altamente deseada: el poder fuerte, que es la autoridad legítima y eficaz. Ya es bastante lo que en Guatemala se viene diciendo sobre la dualidad del Estado débil y Estado fuerte que adquiere en estos tiempos una enorme relevancia histórica.
Sugerimos que se lea con cuidado el texto de Juan Alberto porque provoca asombro y satisfacción, educa y prueba, irrita e invita a la meditación.
Edelberto Torres-Rivas.