Todos los pueblos antiguos comenzaron por explicarse los fenómenos naturales atribuyéndolos a seres poderosos e invisibles. Para todos los pueblos antiguos, el mundo era incomprensible salvo como capricho de dioses y espíritus. Sin embargo, los humanos comenzaron a encontrar regularidades en la naturaleza, las más notorias de las cuales podían observarse en el cielo: el sol, la luna y las estrellas tenían un comportamiento perfectamente predecible. Descubrir que en el universo había orden y leyes llevó al paso inmediato: tratar de encontrarlos, de comprender los secretos de lo que llamaron Cosmos. Este libro, escrito como una conversación, está dirigido a los hombres y mujeres que se preguntan qué es el mundo, de qué está hecha la materia, por qué es tan famoso Einstein. Pero también está dedicado a los jóvenes que piensan elegir carrera profesional en un momento en que el mundo entero está a punto de cambiar por completo de la mano de la computación cuántica y de la superconductividad, de las características del mundo subatómico que estudia la física cuántica. Ésta es su invitación, la invitación al éxtasis que sólo es capaz de producir el conocimiento.
Luis González de Alba. Llegó de Guadalajara a estudiar psicología en la UNAM, donde fue uno de los dirigentes del movimiento estudiantil de 1968. Detenido en Tlatelolco el 2 de octubre, escribió en la cárcel de Lecumberri su primera novela, Los días y los años, donde relata esos hechos. Ha escrito cuento: El vino de los bravos, poesía: El sueño y la vigilia, ensayo: Las mentiras de mis maestros, La orientación sexual, La ciencia, la calle y otras mentiras, Niño o niña. Entre sus novelas posteriores se cuentan Y sigo siendo sola, Agápi mu (Amor mío), Cielo de Invierno, El sol de la tarde, Cuchillo de doble filo, Otros días, otros años, y Olga, la más reciente (2010). Obtuvo en 1997 el Primer Premio Nacional de Periodismo por su labor en la divulgación de la ciencia. Es colaborador de Milenio, Nexos y otras publicaciones.
