Aborda esencialmente el dilema que las personas, los profesionales y los servidores públicos enfrentan durante su vida y en especial al momento de ejercer sus funciones. Propone una gestión pública moderna, dinámica, transparente y con sentido social. Reitera que el factor ético es un requisito indispensable para la reconstrucción del a confianza ciudadana en el ejercicio de una función pública transparente.