Estos cuentos fueron creados en diversos ámbitos entre 1939 y 1944, y trabajados entre 1947 y 1948. Los de 1939-40 se refieren a mi estancia entre los indios —sin duda la más condicionante de mi vida—; los de "junto al mar" rememoran también a la Guatemala de mi niñez y juventud; los "Cuentos de cualquier parte" fueron inspirados por Nueva York (1941-1944) y los "Cuentos raros" resultan de experiencias intelectuales derivadas de estudios y lecturas que me llevaron a ensayar formas y estilos nuevos. Proust, Kafka, el dada, Vallejo y sobre todo Joyce tienen la culpa de esas excursiones, que dejan al autor la sensación de haber cumplido con el deber de hacerla de aprendiz de brujo. Algunos se publicaron dentro y fuera de Guatemala antes de editarse en libro. Su contenido y estilo, y particularmente su cosmovisión aparecen obviamente en cada uno de ellos y revelan a cabalidad mi evolución como persona y como escritor. Estos datos pueden significar poco o mucho; pero resultan indispensables para enfocar la totalidad de mi obra literaria, precisar sus influencias y sus posibles originalidades y leerlas con mayor provecho y misericordia en libro. Mario Monteforte Toledo, enero 1996.