Con la muerte de Carlos IV se extingue la dinastía de los Capetos. El ascenso de los Valois al trono francés desatará la Guerra de los Cien Años. La semilla del descomunal enfrentamiento ha caído en la tierra fértil de las rivalidades económicas, las ambiciones personales, los embrollos jurídicos y los resentimientos históricos.
Fatalidades colectivas y trágicos actos individuales se suceden en este volumen. Un personaje domina esos años decisivos para el Occidente europeo: el conde Roberto de Artois. Nadie ha puesto más empeño que él en coronar a su primo Felipe de Valois, y ahora espera recibir en pago la devolución de las tierras de sus antepasados.