Las ocho historias de este libro comparten no solo un escenario (la ciudad de
Antigua Guatemala) sino también un hecho señero de la historia: el terremoto
que, en 1976, asoló esa ciudad y con ella el país entero. En medio de este entorno
y de estos hechos los personajes se revelan tiernos, sencillos y enigmáticos,
sumergidos en la preocupación por la inmortalidad la resignación, la tristeza y el
miedo al fracaso. Ocho vidas encendidas se abren ante los ojos del lector que
atiende desde tierra firme el drama de las naves en peligro.