Mariana pasa tiempo con su abuela para descubrir la historia de la familia, acaba de adoptar una gata y tiene un hermano a quien ama. La cotidianidad del hogar es interrumpida por una serie de amenazas telefónicas. Por su seguridad, Mariana debe estudiar en un internado y, aunque todo le parece un mal sueño, la realidad de sus compañeras y sus problemas le muestran otros aspectos de la realidad.