En este libro se ensaya una interpretación del terrorismo de Estado en Guatemala. Ésta es ajena a una explicación subjetiva que hace surgir las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas y las masacres de la perversidad de los arquitectos del horror. También es ajena a una interpretación de carácter coyuntural del terror estatal. Ciertamente éste se despliega a plenitud cuando se observan las rebeliones. Pero en Guatemala el terror fue una constante independiente de éstas últimas y en otros países dichas rebeliones no provocaron el genocidio más notable del continente americano. He aquí la razón por la cual se postula una explicación histórica al decir que el terror es herencia de una cultura política nacida en el pasado , pero que también es una necesidad del presente. La necesidad de explicarse el terrorismo de estado tiene vigencia también porque el fin del conflicto interno no erradicó a la cultura del terror como cultura de la dominación. Ni tampoco desmanteló a las estructuras clandestinas de la represión.