El Jorobado de Notre Dame (Nuestra Señora de París) se ha convertido a lo largo del tiempo en un símbolo vivo del romanticismo y, cómo no, en una de las mejores obras maestras de la literatura universal. Una historia de amores imposibles, bajo el amparo del mito de “La Bella y La Bestia”, donde personajes desdichados se entrecruzan en un París lúgubre de callejuelas sombrías y desérticas, en el cual deslumbra con luz propia la arquitectura gótica de la catedral de Notre Dame, designada, por Victor Hugo, como patrimonio cultural de Francia.
Por allí desfilarán Quasimodo, el campanero, un ser deforme, sordo, con un desarrollado carácter antisocial, pero de gran corazón; la preciosa Esmeralda, una joven que embriaga con su belleza a todo aquel que la ve; el archidiácono Claude Frollo, que ejerce de malvado villano, una persona cruel y manipuladora; el capitán Phœbus de Châteaupers, fogoso y seductor… En definitiva, cuatro formas de entender el amor en una novela extraordinaria.