La voracidad insaciable de poder y riqueza de la clase política, causa con desfachatez el hambre, la desnutrición y la muerte en la población de las aldeas marginales del país.
Flavio es un niño de seis años recién llegado a la aldea Nueva Linda con sus padres y su hermanito. Siente angustia y tristeza, pero no se resigna y anhela otra realidad; su única y valiosa fortaleza radica en los huéspedes de su alma pura; que son los valores morales y los ideales de su infancia.
El desenlace de la historia, quizás, sólo pretende satisfacer el deseo vehemente de la justicia terrenal.