Todavía hoy en día el lector tiembla, vibra y se aleja de cualquier posible racionalismo para sumergirse de lleno en el mundo de la pasión más desbordante y, por ello, Don Juan Tenorio sigue siendo una obra de extraordinaria popularidad, cuyos versos más conocidos son aún (acaso gracias a su fundamental desmesura) patrimonio vivo de nuestra lengua.