René Descartes es un personaje con una vida enigmática, llena de viajes intempestivos, correspondencia dudosa y una vida familiar casi inexistente. Jeanne Brechard, madre del filósofo, pertenecía a la corte de Charlotte de Tremoille, pero debió huir, embarazada, y refugiarse con su familia en La Haye. Murió antes de que su hijo cumpliera un año. Su padre era consejero del parlamento de Bretaña. Decidió proteger a su hijo del conflicto religioso dándole una educación jesuita. Fue en ese colegio donde Descartes conoció las bases de la retórica latina y matemática griega, pero también el estricto dogmatismo que lo mantuvo alejado de Francia la mayor parte de su vida.