Caldo de dinosaurio es, en palabras de su autor, "una ollada con desperdicios, de la cual salía un líquido pastoso color café claro". Paolo Guinea es más conocido como poeta pero leerlo como narrador deja al descubierto su esencia poética de la cual no logra desprenderse y es la que le da las herramientas para describir exquisitamente una vida de porquería como consecuencia de la adicción al alcohol. En este libro su autor pone al descubierto cómo debajo de esas costras de mugre, debajo de esos seres vomitantes, detrás del insoportable olor puede haber una lúcida e insufrible manera de ver la vida y es lo que provoca la desconexión social.
Edy Béhar
