En un mundo marcado por la Guerra Fría, las razones ideológicas en términos globalesmarcaron la concesión del Nobel de Literatura.Ee concedió el premio a poetas de gran prestigio, como es el caso de Juan Ramón Jiménez, Eugenio Montale o Pablo Neruda. Si bien el testamento de Alfred Nobel rechazaba cualquier consideración hacia la nacionalidad de los candidatos, la Academia solo tuvo en cuenta esto último a partir de principios de la década de los 80. En este orden de cosas, premió al nigeriano Wole Soyinka, al egipcio Naguib Mahfuz, al mexicano Octavio Paz y a la sudafricana Nadine Gordimer.En los últimos años se abrió aún más el abanico: en 2015 recibió el Nobel la escritorade no ficción Svetlana Alexievich y en 2016, el premiado fue Bob Dylan, cantautor derenombre univeral. La polémica estaba servida.