Con la prosa suelta, realista, rme, experimentada y precisa de Rafael Cuevas Molina, viajamos a través de veinticuatro historias concebidas con una contundencia literaria que da testimonio de su dominio de la narración y su trabajo con la palabra, en cuyo ocio lleva ya un largo camino. Las historias aquí congregadas trazan un recorrido sigiloso y, al mismo tiempo, abrumador del andar humano. Ellas nos sacuden y nos reejan, porque sus personajes experimentan situaciones con las que, seguramente, los lectores podrán recrear historias donde lo real, lo etéreo, lo palpable y lo probable se dan la mano en una articulación plena del lenguaje.