Se llamaba Sportello, Doc Sportello, y es un detective privado un tanto peculair en el colorista Los Ángeles de finales de los años sesenta. Hacía ya tiempo que Doc no veía a su ex, Shasta, seductora femme fatale, cuando ésta recurre a sus servicio porque ha desparecido su nuevo amante, un magnate inmobilicario que había visto la luz del buen karma, un tanto distorsionado.