¿Por qué tantos niños inteligentes simplemente no leen bien? ¿Por qué leen omitiendo, sustituyendo, invirtiendo o agregando grafemas, sílabas o palabras? ¿Por qué no puede comprender lo que lee? ¿Cómo es posible que este niño que es muy capaz en otras áreas no pueda resolver un problema de suma? Estas son interrogantes que, tanto los maestros como los padres de familia, siguen haciéndose a diario. Para esas preguntas, en ausencia de discapacidades sensoriales, la respuesta es común, aunque aún vaga: probablemente tiene trastornos de aprendizaje, una categoría de la educación especial que incluye tres trastornos específicos: dislexia, disgrafía y discalculia (trastornos de lectura, de la expresión escrita y del cálculo, respectivamente). El enfoque actual en el abordaje de los trastornos de aprendizaje debe ser cognitivo; explicar cuáles son las etapas que intervienen en el procesamiento de la información; cómo una deficiencia en ellas origina trastornos de aprendizaje y cuál es el enfoque actual para su abordaje. Este es el propósito del presente libro.