Yo subía las escaleras de su cuerpo,ella se tiraba de mi abismo.Hacíamos una buena pareja.Siempre nos encontrábamos a medio caminode su caída y de mi ascensoy daba igual todo, que subiéramos o bajáramos.Lo importante era que en algún punto,aunque fuera breve,ella y yo nos encontrábamos.Eso es la poesía.