Martha Carrier fue una de las primeras mujeres en ser acusado, juzgado y colgado como una bruja en Salem, Massachusetts. Al igual que su madre, joven Sarah Carrier es brillante y voluntariosa, desafiando abiertamente el pequeño mundo brutal en la que viven. A menudo en conflicto entre sí, madre e hija se ven obligados a permanecer juntos en contra de la escalada de la histeria de los ensayos y la tiranía supersticiosa que llevó a la tortura y el encarcelamiento de más de 200 personas acusadas de brujería. Esta es la historia de desafío valiente Martha y por último la muerte, según lo dicho por la hija que sobrevivió.
Kathleen Kent es un descendiente décima generación de Martha Carrier. Pinta un retrato inquietante, no sólo de la Nueva Inglaterra puritana, sino también de la profunda y permanente amor de una familia en la cara del miedo y la persecución.