El pontífice nos propone en estas páginas quince pasos concretos para alcanzar la felicidad, pero no se trata de la que nos ofrece el mundo, sino de aquella permanente y eterna que viene de Dios. «El camino de Jesús siempre conduce a la felicidad. Siempre». Como él mismo explica: «Hemos sido creados para una felicidad más grande», y a través de sus palabras nos anima a salir de nuestra zona de confort, de miedo, de tristeza, para soñar en grande, para vivir plenamente nuestra vida aprendiendo a levantarnos tras los fracasos y a caminar de la mano de los demás: «En el arte de caminar lo que importa no es no caer, sino saber levantarse». Es un libro en el que no solamente se combinan distintos mensajes del papa Francisco a lo largo de los años sobre lo que es la verdadera felicidad, sino que estos se intercalan con citas de los libros, autores y películas que han marcado su vida, entre ellos, san Agustín, Chesterton, Dostoievski, san Juan de la Cruz, Tolkien, Octavio Paz y muchos más. Además, nos invita a adentrarnos en las bienaventuranzas para salir de nosotros mismos y vivir en comunidad y para los demás, para atrevernos a ser más, para tener el valor de ir a contracorriente, de no darnos por vencidos y de no caer en quimeras que nos llevan hacia una falsa felicidad: «No tengáis miedo de arriesgaros, sino de vivir paralizados». «La verdadera alegría no nace de las cosas materiales, de poseerlas. ¡No! Nace del encuentro, de la relación con los demás, del sentirse aceptado, comprendido, amado, de comprender y de amar no por interés pasajero, sino porque el otro es una persona».