Sin novedad en el frente, novela aparecida en 1928, causó un tremendo impacto y colocó a su autor muy cerca de obtener el premio Nobel.
Esta obra es el relato de un soldado que hace la guerra en las trincheras alemanas, las de su país. El estilo es nervioso y vivaz y las pertinentes observaciones son agudas, de un humorismo sombrío. De la obra en conjunto queda borrada la leyenda del espíritu militarista alemán, que únicamente se conserva en la retaguardia, donde se tiene una idea equivocada de lo que se vive en el frente. Los soldados, es decir, el pueblo, padecen los mismos miedos y desazones que los de cualquier otro país, sin que acierten a comprender concretamente por qué luchan. Y les brota un sentimiento de confraternidad cuando se dan cuenta -si es que llegan a tener tiempo de pensarlo-, de que disparan no contra una idea, sino contra unos hombres como ellos, sentimiento que se acentúa hasta trocarse en tortura al considerar que cada uno que cae no es sólo una vida humana perdida, sino seguramente una familia destrozada y sumida en el dolor.