Tal como lo indican dos de los entrevistados de Oppenheimer -ambos expertos en tecnología y economía de la Universidad de Oxford- el cuarenta y siete por ciento de los trabajos existentes corren el riesgo de automatizarse o volverse obsoletos debido a los avances tecnológicos y el crecimiento de los productos y servicios en línea que están por venir en los próximos veinte años. Oppenheimer conversa con expertos en sus campos y examina los cambios que ya comienzan a desarrollarse en varias áreas de empleo, incluyendo en la industria de alimentos, en el mundo legal, en la banca y en la medicina. Oppenheimer contrapone también las perspectivas de los "tecno-optimistas" con las de los "tecno-negativistas" e intenta encontrar un término medio entre una visión alarmista del futuro y una que es demasiado acrítica. Autodenominado un "optimista cauteloso," Oppenheimer opina que la tecnología no necesariamente creará un desempleo masivo, sino más bien cambiará drásticamente la definición de lo que hoy conocemos como un "empleo."