Estos Relatos Clandestinos, aunque tienen inscripta una fecha que hace referencia a un pasado identificable, también hablan de un presente. Van más allá de una región, de una nacionalidad, de cada lucha aislada por la dignidad y la memoria. La impunidad sigue siendo una constante que se reproduce como una mancha duradera en muchos territorios de esta América nuestra que nos legó el pensamiento ineludible de José Martí.
En este libro se articulan relatos que, más allá de toda geografía, se repiten con lugares, nombres y fechas diferentes, pero con la constante de la muerte marcando las sombras del poder como una telaraña tenebrosa.
América latina, América indígena, América negra, América mestiza, la lucha de los pueblos sembró de sangre la tierra y sus palabras se volvieron mudez, grito ahogado, silencio, recuerdo inacabado en la memoria de las madres, sitio vacío el de los hijos ausentes, el de los hermanos enterrados sin nombre, sin polen, sin adioses ni tumbas. La muerte cruda, asimilada al diario ejercicio de sobrevivir.