La atenta lectura del libro de Petrone deja como saldo, precisamente, la constatación de la imposibilidad de captar el fenómeno de la vigilancia informática, el proceso de obtención de la prueba digital y su preservación y custodia con las categorías tradicionales de las leyes procesales y de la praxis jurisprudencial, y la imposibilidad de aplicar de un modo analógico las autorizaciones legales existentes para las injerencias a los ámbitos o esferas de privacidad; ni menos aún hacer una interpretación y aplicación "progresiva" de dichas categorías, sin violar, entre otros, el principio "nulla coactio sine lege". La relación inversamente proporcional entre progresividad en la interpretación de las autorizaciones de injerencias y la regresividad en materia de garantías consagradas por normas de rango indiscutiblemente superior, ha sido lúcidamente expresada en las conclusiones de esta obra.