El título del libro nos invita a dar cuenta de una breve anécdota. Hace algunos años, un grupo de prestigiados académicos discutía sobre el estatuto literario del Testimonio, y en la tertulia que se generó alguien apuntó con una buena dosis de humor que se trataba de Textículos. Pues bien, Pezóculos se presenta como un texto subversivo que cuestiona suposiciones tradicionales del cuento como creación literaria y como género literario. Pezóculos se asume en la marginalidad, tanto de la historia de la literatura guatemalteca, como en la representación de personajes femeninos. En los márgenes crea un espacio para exhibir la transgresión, al mismo tiempo que responde a otra forma de amor o de relación entre seres humanos. Pezóculos se escribe principalmente desde la geografía del cuerpo femenino. Los personajes, en su mayoría protagonistas femeninas, nos dan cuenta de diferentes aspectos de lo que significa ser mujer en un contexto cultural determinado, Guatemala en la segunda mitad del siglo XX. Esto quiere decir que en cada cuento es posible hacer una lectura que problematiza la tradición de la condición femenina en una cultura patriarcal
