La obra es un manifiesto en contra del relativismo en todas sus formas. El arte es un pensamiento cuyas obras son lo real (y no el efecto). Y este pensamiento, o las verdades que activa, es irreductible a otras verdades, ya sean éstas científicas, políticas o amorosas. Lo que quiere decir también que el arte, como pensamiento singular, es irreductible a la filosofía.