¿Por qué será que la magia de los cuentos clásicos nunca se acaba? ¿Por sus impresionantes historias?, ¿por sus personajes inolvidables?, ¿por sus buenos tan buenos y sus malos tan malos? Lo cierto es que vienen viajando por distintos pueblos del mundo desde hace muchísimos años. Y madres, padres, tías, abuelos y maestras eligen contarlos una y otra vez.