La muerte de la madre en un accidente obliga a sus hijos a regresar al país de origen después de años de exilio para que sus cenizas descansen en las profundidades del río Mapocho. La Rucia deambula con su madre a cuestas por una ciudad apenas reconocible: son confusos los recuerdos de la infancia y demasiadas las preguntas que quedaron sin respuesta. Intenta reencontrarse con el Indio, su hermano, con una única coordenada: el trasero de una virgen que los condena a permanecer de un lado de la ciudad, a repetir siempre la misma historia de miseria y abandono.
Una historia que se remonta a los días de la Conquista, de la colonia, de la dictadura pinochetista, en un espiral frenético de muerte, dolor e injusticia, como en un carrusel macabro sin sortija ni final.