El señor Balboa tenía un nieto desalmado al que, en su día, tuvo que echar de casa (hecho que ocultó a su esposa). Desde entonces él mismo se hacía llegar cartas inventando una vida feliz para el nieto. Ahora ese nieto real va a venir a casa (con toda su real falta de escrúpulos, en busca de dinero) pero el barco en el que venía naufraga. Balboa contrata a una pareja para que finjan ser, ante la abuela, el nieto perdido y su feliz esposa. Los alecciona y logra que den el pego. Pero... llega por sorpresa el malvado nieto verdadero, que no ha muerto.