Sobre las huellas de Heidegger (“el filósofo del siglo XX que más se esforzó por separar al hombre del viviente”) y Benjamin, de Kojève y Bataille, Agamben continúa la reflexión contenida en sus libros anteriores acerca del concepto de vida, y se interroga sobre el umbral crítico que produce lo humano, que distingue y al mismo tiempo aproxima la humanidad y la animalidad del hombre.