«Este libro de sueños que los lectores volverán a soñar abarca sueños de la noche -los que yo firmo, por ejemplo-, sueños del día, que son un ejercicio voluntario de nuestra mente, y otros de raigambre perdida: digamos, el Sueño anglosajón de la Cruz.»
Si aceptáramos la tesis que postula que los sueños constituyen el más antiguo y el no menos complejo de los géneros literarios, podría justificarse la composición de una historia general de los sueños y de su influjo sobre las letras; a tal fin, este volumen, dice Borges, ofrecería algunos materiales en la forma de una historia hipotética que "exploraría la evolución y ramificación de tan antiguo género desde los sueños proféticos del Oriente hasta los alegóricos y satíricos de la Edad Media y los puros juegos de Carroll y de Franz Kafka. Separaría, desde luego, los sueños inventados por el sueño y los sueños inventados por la vigilia". Fruto de su inagotable imaginación, erudición y curiosidad, en la compilación de este libro Borges escribe una historia del hombre que al hacer de sueños -y pesadillas- su material primario se erige en historia de lo esencialmente humano.