Valmont y Merteuil saben moverse como nadie entre los juegos de sociedad y conocen perfectamente la intrincada red de intereses y mentiras que rigen los salones y las alcobas. En las cenizas del deseo, ambos reinan incólumes, con una larga lista de conquistas a sus pies, si bien sus métodos son diferentes y habrán de verse fatalmente enfrentados