Con la escolaridad no se fomenta ni el deber ni la justicia porque los
educadores insisten en aunar la instrucción y la certificación. El aprendizaje
y la asignación de funciones sociales se funden en la escolarización.
Aprender es con frecuencia el resultado de una instrucción, pero ser elegido
para una función o categoría en el mercado del trabajo depende cada vez más
sólo del tiempo que se ha asistido a un centro de instrucción. Ivan Illich.