La relación entre la escuela y los medios de comunicación ha sido tradicionalmente difícil. De allí la necesidad de reconocer elementos positivamente educativos en los dos ámbitos, de tal suerte que se logre un punto de encuentro, un vértice, sobre la base del respeto de las misiones y funciones de cada uno, lo cual posibilite un aprovechamiento mutuo de sus incontables beneficios.