Corre el año de 1968. Ana, de catorce años, viaja a Oregon a pasar dos meses de vacaciones con la familia de Kimberly, su amiga por carta. Mientras trata de adaptarse a un sistema de vida totalmente ajeno, y con algunos problemas interpersonales, en México se vive la tragedia de Tlatelolco y se celebran las olimpiadas, eventos que debe presenciar desde lejos, dividida entre la nostalgia y el encanto de lo diferente.